¿Qué es la antigimnasia?
Siempre que digo que soy profesional y practicante de Antigym hay alguien que me comenta “¿Qué haces, tumbarte en el sofá? Eso no es hacer gimnasia”. No, no es gimnasia. Es un trabajo corporal de cadenas musculares que propone al cuerpo revisar los acuerdos existentes entre las distintas estructuras que tiene y poder llegar a conseguir acuerdos nuevos que le lleven a un bien estar más acorde con su momento vital.
Leer el libro de Thérèse Bertherat “El cuerpo tiene sus razones” fue para mi un antes y un después. Empecé a buscar donde practicarlo y desde entonces se ha convertido en mi forma de ir acompañando al cuerpo y permitir que el me acompañe en el día a día.
Los músculos tienen una función en la biomecánica del cuerpo muy concreta. Las cadenas musculares son un grupo de músculos que además de su función concreta tienen una función común entre ellos, una función que comparten.
Todas estas cadenas se comunican entre ellas y van llegando a acuerdos que nos van permitiendo seguir moviéndonos, respirando y viviendo a pesar de todo. Nos permiten adaptarnos a las distintas situaciones que nos van surgiendo.
Todo lo que nos ocurre tiene un impacto en el cuerpo, se queda grabado a muchos niveles, y el cuerpo se adapta.
La propuesta de la antigimnasia es ir revisando esos acuerdos que el cuerpo ha ido creando para su adaptación y poder ir proponiéndole otros diferentes que pueda ir integrando y siempre respetando su ritmo.
Es un trabajo evolutivo, cada sesión prepara el cuerpo para la siguiente.

Al ir explorando una a una cada cadena muscular de manera individual en cada sesión, el cuerpo va teniendo la oportunidad de adoptar cambios que le van procurando mucha más flexibilidad en esa cadena muscular concreta y a la vez abre la oportunidad de que la siguiente cadena pueda conseguir también esos cambios sin tanta influencia de la anterior. De esta manera se va haciendo un viaje por el cuerpo.
Una cosa que la diferencia de otras técnicas de trabajo corporal es el trabajo que se hace sobre la cadena muscular de los ojos. Son los que se encargan de la disposición de nuestra columna.
La respiración es una compañera inseparable e imprescindible para realizar esta práctica. Todos los movimientos que se proponen o bien se realizan en la inspiración o en la espiración, y esto es debido a que en los distintos momentos de la respiración intervienen distintos músculos.
Muchas veces las personas comentan que los cambios que se producen no solo los notan en el cuerpo, también en el estado de ánimo. A veces comentan que parece terapia. No, no lo es. La antigimnasia no sustituye al psicólogo. Pero es verdad que si la persona nota más disponibilidad de su musculatura, mas facilidad al hacer los movimientos y la respiración más disponible para poder afrontar cualquier situación que se presente, y más confianza en sus apoyos, inevitablemente la actitud cambia.
El cuerpo es una parte mas de un todo.
Te animo a que la pruebes, date una oportunidad de explorar tu cuerpo. Regálate descubrir que puedes recuperar movimientos corporales y bien estar.
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